LABORATORIO MEDIACIÓN PARA LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA.
Nos gustaría trasladaros la participación que tuvo Culturama en Sin Espacio 4: Visitar el pabellón español en la 56 Bienal de Arte de Venecia, propuesta organizada por la asociación Otro Espacio, con la cual venimos colaborando en los últimos años. En esta ocasión nuestra intervención en el proyecto se planteaba como resorte para introducir en los debates el papel de la mediación artística dentro del contexto del arte actual.
La herramienta de trabajo utilizada para desarrollar los objetivos marcados ha sido un laboratorio de mediación para la educación artística, que realizamos en el centro sociocultural La Fábrica de Mislata. Se convocaron tres sesiones de tres horas de duración cada una, en las cuales participaron un total de diez personas. Queríamos configurar un foro de encuentro y debate interdisciplinar desde el que plantear un análisis crítico sobre diferentes cuestiones referentes a la mediación artística. Los perfiles profesionales participantes abarcaron la historia del arte, la creación artística, la enseñanza universitaria, la mediación cultural, la crítica del arte y la animación sociocultural.
Como materia prima de experimentación nos centramos en el proyecto de Martí Manen para el Pabellón de España para la 56 edición de la Bienal de Venecia, que había expuesto en el Centre Cultural La Nau en una sesión previa.
El proceso de análisis quedó abierto a las aportaciones y sugerencias del grupo de trabajo. No había un resultado final específico marcado. Trazamos unas líneas de acción, pero totalmente susceptibles de ser modificadas en función de los resultados e intereses que se fueran consensuando por el propio grupo.
Comenzamos por delimitar el propio concepto de mediación artística. Fue un proceso interesante porque no se entendía del mismo modo por todo el grupo. Hemos de clarificar que no nos interesaba tanto llegar a una definición académica del término, como contornear los ámbitos sobre los que centraríamos el análisis. Para ello primero recopilamos aquello que pensamos queda fuera del espacio de la mediación artística y a partir de lo descartado, pasamos a elaborar propuestas sobre las que construir la acción de la mediación.
Como temas que no encajaban con los procesos de mediación artística destacamos:
- La visita tradicional con un discurso unidireccional y sin espacio para la reflexión ni la participación activa del “público”.
- Acciones desconectadas con la realidad social, que se resignan a encerrarse dentro del museo sin crear vínculos con el entorno social.
- Planteamientos que no tienen en cuenta generar procesos de experimentación, y basadas en respuestas cerradas.
- La guía como explicación o relato meramente descriptivo.
- Acciones donde no se valora el papel de la persona encargada de la mediación, ni se ha incluido dentro del proceso global de la propuesta cultural.
Como alternativas se plantearon:
- Visitas con discursos pluridireccionales, construidos entre todas y todos, que favorezcan la reflexión individual y colectiva.
- Generar propuestas que conecten con el entorno y favorezcan la experimentación.
- Crear un clima de cuestionamiento de lo establecido, favoreciendo el flujo de preguntas e intercambio de opiniones que ayuden al empoderamiento y a la acción ciudadana.
- Posicionar la acción de los profesionales desde el concepto de dinamización de los procesos y la interrelación grupal.
- Acciones donde el papel de las y los profesionales está integrado equilibradamente en todo el proceso de la acción cultural o artística.
- Plantear procesos abiertos, flexibles y no circunscritos a modelos establecidos en cuanto a tipos de público, duración, ubicación, etc.
Desde las coordenadas compartidas, planteamos el reto de centrarnos en la propuesta que Martí Manen había expuesto la semana anterior para comenzar a reflexionar sobre diferentes aspectos del trabajo en mediación artística: metodologías de trabajo, herramientas, gestión de proyectos, relaciones con otros perfiles profesionales implicados en los ámbitos culturales, participación e interacción, etc.
Queríamos que todo el proceso se desarrollara a través de metodologías y criterios propios de la mediación, y sobre todo de la praxis. Por ello todas las actividades se organizaban en torno al trabajo colaborativo, el intercambio de opiniones y el consenso en las conclusiones, así como la utilización de dinámicas y herramientas que favorecieran este tipo de trabajo.
Parte importante del trabajo consistió en analizar una serie de materiales (textos del catálogo de Los Sujetos, entrevistas a Martí Manen, vídeos sobre la Bienal de Venecia y sobre Dalí). Del análisis surgieron diferentes temas que despertaron el interés del grupo para poder trabajar desde la perspectiva de la mediación.
La mirada sobre la figura de Dalí que Martí Manen había puesto sobre la mesa, por si sola, abrió varios focos de atención. Se destacaban los aspectos performativos, la dualidad de la construcción de la imagen pública y privada, la interacción con los medios de comunicación, la plasticidad de las identidades, en especial en lo referente al género y a la sexualidad, la sacralización de la obra de arte o las relaciones que se establecen entre arte y sistemas de poder.
Pero también fijamos la atención en aspectos de gestión del proyecto realizado por Martí Manen como la transparencia, la implementación de buenas prácticas profesionales, la complejidad, la importancia del contexto en las diferentes esferas de acción, así como la capacidad de adaptación a las circunstancias.
Para cada una de las fases del laboratorio los componentes de los grupos se intercambiaban, de modo que se multiplicaban las ocasiones de compartir opiniones y puntos de vista. Esto fue así excepto en la última etapa. En ella, cada grupo de 3 ó 4 personas se centró en proponer una supuesta acción de mediación cultural sobre una de las propuestas artísticas que, tomando como punto de partida la figura artística de Salvador Dalí, se expandían en el pabellón español de Venecia.
En cada fase del proceso de investigación utilizamos diferentes técnicas , dinámicas y herramientas, siempre bajo el prisma del trabajo colaborativo, intentando también mostrar la posibilidad de utilizar las nuevas tecnologías como elementos potenciadores del trabajo en equipo y creativo. De este modo introdujimos la elaboración de nubes de palabras para el análisis de textos, la intervención grupal sobre textos desde google drive y la presentación de ideas a través de padlet y mapas mentales.
Sobre la obra de Francesc Ruiz se destacó como principales potenciales para trabajar desde la mediación:
- La multiplicidad de la obra, que se puede reproducir, seriar, intervenir, etc.
- Democratización de la obra: cualquier persona puede llevarse un ejemplar consigo.
- Trata los personajes de ficción como un recurso real, aplicando técnicas propias de archivo consideradas «objetivas».
- Experimenta en el tipo de formatos, saliendo de los tradicionales y usando soportes propios de los medios de comunicación (revistas y cómics).
La propuesta de mediación parte de la idea de trabajar con la ficción como material de documentación. Se propone crear una ficción a partir de noticias reales, planteando un debate sobre esa situación inventada para provocar la mirada crítica sobre tema de interés social.
El ejemplo proponía una noticia ficcionada a partir de ciertos temas de actualidad: el uso de esteladas en la final de la Copa del Rey, la celebración de la noche de los museos, la prohibición del Toro de la Vega, y el tratamiento de los medios de comunicación de algunos casos judiciales relacionados con la hacienda pública y la evasión de impuestos. En este caso un juez autorizaba el uso de esteladas durante la noche de los museos para armonizar la ley con los usos sociales actuales.
A partir de la propuesta de Pepo Salazar, el grupo diseñó una dinámica en la que se proponía trabajar la idea de creación de un imaginario colectivo propio a partir de la reordenación del caos al que nos abocan los Mass Media. Para ello, pequeños grupos de unas cuatro personas elaborarían un discurso “molesto” en forma de producto informativo, a partir de la manipulación de materiales audiovisuales (cortes publicitarios, programas de tv, sonidos radiofónicos, imágenes, etc).
La finalidad de la actividad sería poner de manifiesto la manipulación y subjetividad que genera la transmisión de información, y con ello mostrar la necesidad de construir filtros a la saturación informativa a través del análisis y la reflexión crítica.
Con la obra de Cabello/Carceller se propuso realizar, para adolescentes y jóvenes, una visita libre por el espacio expositivo, en el que se incluyera el visionado del vídeo de las artistas. Previamente cada participante, en pequeños grupos, debería averiguar mediante preguntas un concepto con el que se le había etiquetado (cada persona desconocía cuál le había correspondido). Algunas propuestas iniciales sobre estos conceptos serían: identidad construida, performatividad impuesta, feminismo, raza, clase social, sistema, sensualidades /sexualidades no normativas, afectividad.
Finalmente en una sesión conjunta, se compartían impresiones, sensaciones, ideas y emociones con la finalidad de poner en cuestión nuestra capacidad de empatía y de resistencia al cambio de opinión. También favorecer la capacidad de reflexión sobre los procesos de construcción / imposición de nuestra identidad, los factores que intervienen y el papel que damos a las opiniones externas en estos procesos de construcción personal.
Todo este conjunto de opiniones compartidas quedaría plasmado gráficamente en una silueta de un personaje que reuniría lo aportado en el grupo.
Tras la exposición y comentario de las propuestas tuvimos la oportunidad de analizarlas bajo el prisma de las premisas lanzadas en la sesión inicial, poniéndose de manifiesto el enorme potencial educativo de la mediación artística. Y al mismo tiempo se evidenció la complejidad de encajar este tipo de acciones de modo armonizado entre el sistema educativo reglado y las propuestas de instituciones culturales y museísticas o también con las regulaciones que impone el mercado en un contexto de precarización de la cultura.
Por último, se evidenció la necesidad de multiplicar los encuentros y debate entre los diferentes perfiles de profesionales que intervienen en la mediación cultural porque este tipo de contacto ayuda a formarnos, a conocernos y a impulsar propuestas de mayor incidencia en el desarrollo personal y comunitario.
Teniendo en cuenta la necesidad de configurar un perfil profesional reconocido y valorado, este tipo de foros facilita el intercambio de información y experiencias, así como la búsqueda de estrategias comunes para posicionar la cultura y la educación como valores fundamentales en el progreso de las sociedades contemporáneas.
Restaron muchas cuestiones a tratar y sobre las que seguir investigando. Al fin y al cabo, la labor de mediación cultural en un espacio de acción social que no tiene límites determinados, y en la que hay que ir renovando ideas y metodologías de trabajo continuadamente.
Por ello desde Culturama esperamos encontrarnos en nuevos ámbitos para compartir la pasión por la educación artística y la mediación cultural.
Por último queremos agradecer a Otro Espacio la oportunidad de esta colaboración y a todas las personas participantes por su compromiso personal y profesional, así como por todas sus interesantes aportaciones.
Etiquetas:Mediación artística, Otro Espacio