La importancia de caminar sin miedo. Rutas escolares seguras en Alboraya
Necesitamos conocer la percepción de las más pequeñas si queremos construir una sociedad plenamente igualitaria y consciente. Los municipios, cada vez más, padecen problemas de atascos y tráfico, y esto se traduce en esperas, pero también en ruido y, en definitiva, inseguridad para las niñas y niños. En este sentido, pasamos varios meses estudiando la manera de fomentar el trayecto autónomo y sostenible de las alumnas de tres centros escolares del municipio.
Las diversas sesiones consistieron, en un primer momento, en conocer el municipio a través del recuerdo de las alumnas de su camino a la escuela y situar este mismo recuerdo en el mapa del pueblo. Una vez se ha recordado, comentado y situado en el mapa real este recorrido, lo que hicimos fue colocar los puntos de interés. Puntos que nos hacen sentir inseguras pero también otros que nos son agradables: negocios, zonas verdes, peatonales… Después de tener localizados estos puntos, tuvimos un taller con las familias voluntarias y pusimos en común las percepciones de las familias y las alumnas.
Una vez realizados estos talleres y diseñados los posibles itinerarios seguros, la última parte de este proceso consistió en salir a la calle con un grupo de representantes de cada grupo y visitar los distintos puntos para así establecer los sitios a evitar y los espacios que podrían ser geniales lugares de encuentro, en parques y cerca de sus establecimientos favoritos como, por ejemplo, “la horchatería que siempre huele bien” o “la casa de comidas que hace que me entre hambre cuando paso por ahí a mediodía”.
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